Vilches

Voy por el barrio, siento algo me inquieta,
es el del traje azul que me aterra.

Vilches no es un poli cualquiera.
Presumiendo con su placa y su pistola en el cinturón,
con la cabeza alta y mirando a su alrededor.
Mi barrio es hoy el insociable municipal,
el viento es el único que se mueve.
Te pegaba sólo por ser negro,
te insultaba por no vestir decente.

Todos los días iguales,
siempre el mismo comportamiento
y por más que lo pienso es un cabrón de poco mérito.
La droga que el descubre
no va al cuartel ni al departamento
sino que va la vende o se la encaja de momento.

Y si no le gustas
o te asustas en su presencia,
que no sé de cuenta,
escóndete donde puedas o sino ¡¡
Ya estás en comisaría!!.

Vilches, te produce opresión
Vilches, un recuerdo siembra

Pero no somos nosotros sólo,
también está su queridísima esposa,
que harta de tantas palizas decidió apartarse de él.
Bofetadas constantes,
insultos a la cara,
cuernos en el trabajo
y siempre amargada.
Pero ayer mismo me enteré
que su envidiada mujer fue brutalmente asesinada